Cuando empiezas a vivir con alguien que no necesariamente es tu familia directa, es muy importante prever posibles problemas. Por ello hay que ponerse de acuerdo y ser muy  específico en las normas de la casa. No des temas por obvios, trata cada punto a detalle, recuerda que el sentido común es el menos común de los sentidos.

Es básico poner normas para:
-Uso de espacios comunes

Cosas que parecen básicas como no dejar cosas tiradas, artículos decorativos, espacio personal en el el baño o gavetas compartidas, comida en el refrigerador, si será compartida o dividida, etc.
-Limpieza

Desde el principio debe quedar claro si alguien los ayudará con labores domésticas o como quedarán repartidas las mismas, es también importante dejar claro que todos los trastes y utensilios de cocina deberán quedar limpios después  de usarlos, etc.
-Labores domésticas

Es recomendable tomar roles para cocinar, ir al súper, pagar los servicios, tirar basura, etc. o acordar qué hará cada quién y en qué momento del mes.
-Horarios

Para tener visitas en áreas comunes, música fuerte o audible aún en las recámaras, aspirar, licuar, ruido en las mañanas, televisión con volumen alto etc.
-Visitas

No invites a nadie sin avisar a tus compañeros de casa. Que invites a alguien, puede interferir en sus planes de estar en pijama en su casa, o de estudiar, etc. La otra opción es que tu visita esté en tu recámara sin incomodar a tu co-inquilino. Las fiestas deberán ser por acuerdo común, tanto para los gastos como para la limpieza y los invitados.
-Respeto de artÌculos personales

Es recomendable no utilizar o tomar cosas que no sean nuestras, pero en caso de requerir algo prestado, antes debemos pedirlas de buena manera.
-Tolerancia

La regla de oro es ser tolerante, se paciente, tolera y si la falta a la regla se vuelve constante, vuelvan a sentarse para llegar a acuerdos.

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